ALIMENTACIÓN
DE 7-8 MESES
A partir de los 7-8 meses,
siguiendo las recomendaciones de su pediatra, se pueden mezclar. Los cereales
constituyen una fuente de energía y aportan proteínas, minerales, vitaminas
(tiamina, especialmente), ácidos grasos esenciales e hidratos de carbono de
absorción lenta a la dieta del bebé, por lo que permiten un mayor
distanciamiento entre las tomas.
Para
preparar las papillas se puede usar la leche habitual y añadir el cereal
necesario, manteniendo así el aporte mínimo de 500 centímetros cúbicos de leche
diarios. Son menos recomendables los preparados que contienen de origen
cereales y leche, y se preparan con agua, ya que es más difícil calcular la
cantidad de leche usada.
2. Las
frutas. es recomendable la introducción de las papillas de
frutas en la dieta del bebé por su aporte vitamínico. Nunca deben sustituir a
una toma de leche, sino complementarla. Para su preparación, se deben emplear
frutas variadas (naranja, manzana y pera) al principio, y después ir
introduciendo una a una, el plátano, la uva o la ciruela, para educar el gusto.
Otras
como el melocotón y la fresa, deben evitarse por ser más alergénicas y
retrasarse hasta que el bebé cumple un año. Aunque primero suelen introducirse
los cereales, y después las frutas, puede hacerse al revés, primero la fruta y
después los cereales. Nunca deben endulzarse las papillas con azúcar y es
importante no añadir galletas hasta después de los 7 meses,
ya que éstas contienen gluten.
Es posible ofrecer
al bebé su primera primera papilla salada, que consistirá en un puré de
verduras con pollo. Se inicia con 60-70 gramos de pollo para ir aumentando en
los siguientes días hasta los 100-120 gramos.
|
Paralelamente,
se van reduciendo el número de tomas por día y se puede cambiar la fórmula de
inicio (Leche 1) por una leche de continuación (Leche 2).
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario